Las vacas purpuras del marketing
Hoy en día, muchas empresas están naciendo, otras creciendo y algunas hasta muriendo. La pregunta es: ¿Por qué se están muriendo y no multiplicando?. La respuesta es simple, las que sobreviven y resaltan son las vacas purpuras del marketing. Este término ha sido acuñado por Seth Godin, uno de los padres de la mercadotecnia después de Kotler.
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Vivimos en un contexto en el cual el ATL ya no tiene espacio para nuestras campañas de marketing, la saturación de los medios tradicionales es máxima. La solución para que nuestro producto no se “vuelva invisible” es que debemos “pensar fuera de la caja”, haciendo acciones que generen el impacto necesario para una buena recordación del producto: vendamos experiencias. Aquellas empresas que ejercen esta filosofía son las que llegan lejos y son las llamadas vacas púrpuras. Un ejemplo claro y sencillo es Starbucks. Todos venden café, pero la experiencia de tomarlo en Starbucks es totalmente distinta.
Aprovechemos en buscar y marcar nuevas tendencias de mercado de acuerdo al comportamiento del consumidor. Parece que muchas empresas vienen manejando por el espejo retrovisor, ya que no se adelantan a los hechos y tendencias, no saben lo que viene, solo ven el presente y resaltan su pasado.
Les dejo 4 tips para encaminar su empresa hacia una vaca púrpura:
- Diferencie a sus clientes: Busque los grupos más rentables. A veces no es bueno llegar a todo el público, primero lleguemos a los consumidores que tienen afinidad con nuestra marca.
- Trabaje la base de datos: ¿Tiene la dirección del 20% de sus clientes PREMIUM?. Si este es el caso, envíales algo muy especial, sino, ¿Qué esperas para comenzar a trabajar tu banco de clientes?
- Sea creativo: Busque cosas que no se hagan en su industria o rubro y hágalas, adáptelas.
- Cuestiónese: Pregúntese ¿Por qué no?, muchas veces no tenemos una buena razón para justificar lo que no hicimos. Atrévete como diría Calle 13.
Las oportunidades están en el mercado, muchas veces frente a tus propias narices, es momento de atreverse a ser una vaca púrpura.
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